domingo, 18 de diciembre de 2016

Delta del Okavango. Botswana



En la entrada anterior sobrevolamos el mítico delta del Okavango, la inmensa desembocadura de un río que muere en el interior del continente africano.
Esta es la avionetilla de la entrada anterior con nuestra piloto...
Tambíen contamos que nos quedamos unos días, coincidentes con fin de semana, organizando cosas de la logística del viaje y con Dani en cama por revoltura estomacal. Cómo Dani era el fotógrafo del grupo no hay imágenes hasta que le levantaron el castigo...Nos fuimos todos a ver el atardecer a orillas del río que pasa junto a Maun:
 Cómo a Dani le tienen prohibida la cervecita, se va a explorar los alrededores:
Blacksmith lapwing (plover) , Vanellus armatus
Un martín pescador en el ocaso africano: Pied kingfisher, Ceryle rudis
Grupo de abejarucos escondidos...
Vistos con un mejor ángulo: Little bee-eater, Merops pusillus

Río Thamalakane,  cerca de Maun

Un pequeño aperitivo de fauna y paisaje africanos, pero imaginamos que no del tipo que uno va a Africa a ver a drede...Ahora sí, nos vamos a explorar el Okavango de cerca.

Primero por agua. Una de las cosas más típicas desde Maun es contratar una excursión en mokoro, la barca tradicional para trasladarse en el delta cuando suben las aguas. La excursión se puede contratar directamente en Maun, en una oficina que nos costó encontrar a pesar de estar casi al lado del aeropuerto (ésta fue una de las gestiones). En dicha oficina trabaja una especie de cooperativa que organiza todo: traslado al embarcadero, guías, tipo de excursión (va desde un paseo de varias horas a la posibilidad de pasar varios días acampados en una isla) y vuelta a Maun. Además, los precios son estandares y bastante más baratos que los que ofrecen algunas agencias. Nosotros, por logística, optamos por la versión de un día (como referencia, el precio total sumando los cuatro y contando entradas y guías fue de unos 60 euros)  Por la mañana nos presentamos de nuevo en la oficina para que nos guíen al muelle; si no te llevan, no lo encuentras ni de casualidad. Es más, como las pistas, además de laberínticas, son de arena, nuestro guía acabó siendo el chófer (No es que Mark lo hiciera mal, pero unas 'clases' prácticas nos vinieron bien para el resto de la aventura...)
Boro, una aldea a orillas del Delta
Doña preparando el kiosko. el 'edificio' metálico de detrás es uno de los baños para turistas...



En el embarcadero distribuyen a los diferentes grupos de turistas, y por 25 pulas - 2 euros y algo - te alquilan una silla de plástico (altamente recomendable) para sentarte más comodo en el mokoro...


























Aunque en la foto parezca que la cosa está masificada, en cuanto comienza el paseo los mokoros se dispersan por los numerosos cursos de agua, de forma que en pocos minutos se pasa a disfrutar del silencio y la paz de la plácidas aguas del Okavango...
Mark y Pepi convenientemente protegidos del sol tropical...

Marianydani en África...


El único ruido es el de las aves acuáticas que pueblan el lugar...Aquí, dos jacanas y una avefría africana. African jacana, Actophilornis africanus, Blacksmith lapwing (plover) , Vanellus armatus



Busquen al pajarito...
Una majestuosa águila pescadora: African fish eagle, Haliaeetus vocifer
Durante el trayecto nos cruzamos con mokoros transportando mercancías. Algunos van a islotes a instalar campamentos para turistas, pero otros se dirigen a sus casas y asuntos...



Redes de pesca en el Okavango, las tilapias son una fuente de ingresos para los pobladores de la rivera...


Al cabo de hora y pico de paseo relajante, te bajan a tierra a hacer una pequeña excursión (hora y media o así)
 
Al principio parece que sólo veremos huellas de elefantes y cacas de bichos quemadas por el sol (que ya aprieta)...
Agujero excavado por un cerdo hormiguero en busca de bichos...
Termitero

Pero pronto nos encontramos con los primeros animales africanos. Para Mark y Pepi es su primer encuentro con la megafauna africana: 

Caminando entre cebras...
 Para nosotros es una sensación nueva ver estos animales desde el suelo, paseando entre ellos, y no desde la ventanilla de un coche o escondidos en un mirador, como hiciéramos en el Kruguer...
Nuestro guía nos asegura que es improbable que nos encontremos depredadores (leones y afines...) Tampoco los vemos, pero haberlos, haylos...

Equus burchellii: las cebras nos miran con desconfianza, no sea que seamos leones, o más probable, humanos hostiles...
También hay ñúes...(Connochaetes taurinus)


Bueno, también vimos bostas de elefante...
Y Dani sigue atento a los avechuchos: Crowned lapwing (plover) Vanellus coronatus
Senegal coucal, Centropus senegalensis
Nos contaron que de la madera de este árbol (árbol salchicha, Kigelia africana) se hacen los mokoros
Nos trasladan a una pequeña isla con árboles a comer un tentempié (llevado por nosotros). Allí también se puede ver fauna:
Pajarito: Red-billed firefinch, Lagonosticta senegala

Continúa la excursión acuática:

Nos acercan a unos 'prudenciales' 20 metros de gigantescos hipopótamos:
Hippopotamus amphibius, el animal más peligroso de África después de Homo sapiens sapiens
Y aún tenemos cerca de hora y media de trayecto de relajada vuelta (sin hipos...)


Saddle-billed stork, Ephippiorhynchus senegalensis (a pesar de los nombres científicos de los bichos, estamos en Botswana, no Senegal, que aún no conocenos...)


Otra de las gestiones que habíamos hecho días antes en Maun había sido organizar nuestra entrada al Moremi, el parque nacional que protege lo mejor del Okavango, una de las reservas más importantes de toda África. Cuándo le preguntamos por los campings dentro del parque nacional a la ranger casi le da la risa...¿para dentro de unos días, dicen...? Pero la casualidad quiso que en un cuadrante lleno de casillas escritas para los siguientes dos meses había un único hueco de una noche en un único camping: ¡y nos cuadraba fantásticamente para el día siguiente a los mokoros! No era barato, del orden de 36 euros (400 pulas) por cabeza, por tener derecho a un trozo de tierra donde plantar la tienda, y eso sin contar la entrada al parque que va a parte (precio estándar en todos los parques, 120 pulas, unos 10 euros, y otras 100 pulas por el vehículo). En cuanto al acceso, que era otra de nuestras dudas, nos comentó que en general las pistas hasta la zona de acampada estaban bien, siempre que fueras en 4x4. También preguntamos por rutas para continuar nuestro viaje a partir de Moremi, pero eso vendrá más adelante en el blog.  

Despúes de una relajada experiencia en las aguas del Okavango,  hacemos nuestras últimas compras en Maun, entre ellas un bidón de 25 litros para llevar extra de gasoil; aunque al final tardamos en usarlo durante el viaje, es altamente recomendable en estas tierras: en la arena el 4x4 gasta que es una barbaridad, y no todas las gasolinera del mapa existen.

Para entrar pronto al Moremi National Park, hacemos camino hasta un camping totalmente nuevo y equipado a unos 40 km al norte de Maun del que nos habían dado recomendación, junto a otras, una pareja de Isla Reunión a la que llevamos a los mokoros:
Mientras nos duchamos el personal del camping nos prepara el fuego, donde nos hacemos una torrada bajo las estrellas con carne comprada en Maun

Cuando el grupo va a dormir, es la hora de observar de Dani: Marte y Saturno en un Scorpius cabeza abajo...



Aunque tenemos nuestras propias tiendas, nos quedamos en una de las montadas en el camping, muy agradables.

A la mañana siguiente:

Una tónica del viaje serán los grandes desayunos...aquí son las 6 de la mañana y hace frío (del orden de 7º); los huevos revueltos se quedan para llevar...
A la entrada del Parque Nacional todavía hay una hora de pista de tierra que se va haciendo gradualmente más estrecha y arenosa...

Antes de entrar nos encontramos con las primeras jirafas:
Giraffa camelopardalis
Sin duda, uno de los animales más majestuosos del planeta, y quizá nuestro favorito...
El Moremi recuerda algo al Kruger en cuanto a fauna, pero en infraestructura tira a bastante más rústico...las pistas no son para cochitos, no son nada recomendables si no se tiene 4x4, y aunque llevábamos un buen mapa la señalización es un tanto deficiente. Por mucho que Mark y Dani protestaran y rezongaran, el 'Navigator' de Pepi nos sacó de algún apuro...
Pero dejando de lado la logística, disfrutemos de África en estado puro:
Ya dentro del Moremi, pagada la correspondiente entrada e informados de las normas -estrictas, nada de circular de noche o hacerse el loco para quedarse una noche extra...-, aparecen pronto los impalas : Aepyceros melampus

Un antílope bastante más grande, y que nos iremos encontrando en otros parques, es el kudu, Tragelaphus strepsiceros
Cómo nos pasara ya en el Kruguer, no siempre se ven grandes animales. Entonces uno repara en cualquier cosa que se mueva: Mangosta (una de ellas) cf. Galerella sanguinea


Una avutarda masiva: Kori bustard, Ardeotis kori

Éste, en cambio, es bastante minúsculo, apenas unos 50 cm de alto: Steenbok, Raphicerus campestris
Lo que nunca deja de impresionar es la aparición de los primeros elefantes...Loxodonta africana
Tsessebe, Damaliscus lunatus. Este hay que usar la guía para identificarlo...
Avestruz, Common ostrich, Struthio camelus

Un pájaro extraño, entre pato y garza, pero ninguna de las dos cosas: Hamerkop ('cabeza de martillo'), Scopus umbretta

Volvemos a encontrarnos con el Southern ground-hornbill, Bucorvus leadbeateri, que también vimos en Sudáfrica. Están a la busca de sepientes, uno de sus alimentos favoritos
Loxodonta africana...


Hay pequeñas charcas de agua donde a veces se acercan los animales a beber, y donde supuestamente a veces se pueden avistar grandes carnívoros...

Aunque un coche que se nos cruzó nos habló de leones, sólo vimos impalas...
...cocodrilos...

...otro antílope difícil...mirando la guía es un Lechwe, Kobus leche
Un loro africano: Meyer's parrot, Poicephalus meyeri

Esta hermosa carraca es el símbolo de Botswana: Lilac-breasted roller, Coracias caudatus

    Tirando, tirando y dejándonos la vista en busca de leones,  acabamos llegando al 'Third Bridge Camp Site' ( y para ello hubimos de atravesar un 'Second bridge' de troncos un tanto peliagudo...)
El lugar es tirando a desangelado (a Marián y Dani nos hizo mucho daño conocer las magníficas zonas de acampada del Kruguer...) aunque las duchas e instalaciones están decentes. No hay bar ni tienda ni nada que se le parezca (bueno, igual un par de galletas en las oficinas) Un ranger te apunta en un papel y te indica las parcelas disponibles. A pesar de la sábana totalmente llena de reservas que nos enseñaron en Maun, lo cierto es que había unas cuantas vacías. Pero no vaya a pensar nadie que se puede llegar allí sin reservar. Ésta fue la única vez que pudimos dormir en uno de los campings dentro de un parque nacional en Botswana o Namibia. Julio y Agosto son temporada alta en ambos países, y los parques nacionales están totalmente reservados con meses, muchos,  de antelación, la mayoría de las plazas por grupos organizados. El sistema de reservas es de pago por adelantado, de manera que si no llegas es tu problema, pero no hay plazas de última hora. Y tampoco te podrías acercar a la tarde a preguntar a ver si alguién no llegó, porqué puede ser que llegue más tarde que tú, pero sobre todo porque estarías a tres horas de la puerta más cercana, con la prohibición expresa de no circular por la noche y de no pasar la noche en el parque si no se tiene una reserva...No cabe olvidar que estamos en zonas estrictamente protegidas y donde no se andan con chiquitas con el furtivismo...
Una vez instalados, todavía tenemos un rato para ir a ver animales:


El único felino que vimos en Moremi. Podría ser el gato del ranger, o quizá, el African wild cat, Felis silvestris
Atardecer africano, de vuelta en el camping
Disfrutando de la cena a la luz de la hoguera y las estrellas del sur...
Cruz del Sur
No hay más fotos de la Vía Láctea y las Nubes de Magallanes (éstas últimas en todo caso salían bastante tarde)... Cómo decíamos, Moremi no es el Kruguer, y aquí las zonas de acampada no están valladas... Mientras Dani echaba un vistazo con los prismáticos un enorme bicho pasó a escasos metros de la tienda: una HIENA. Todos creímos más prudente cerrar las cremalleras y no asomar más el hocico...(oímos muchos ruidos por la noche, y por la mañana se vieron huellas de un león...  :o )


Un nuevo día en el Okavango
El 'Third Bridge'

Machos de Kudus
El día anterior circulamos por zonas relativamente secas, hoy nos acercamos al agua. En un embarcadero próximo, es posible contratar un barco para que te lleven a dar una vuelta por el río...


Después de salir a una gran laguna, nos volvemos a adentrar por otro canal donde nos encontramos dos hipopótamos con malas pulgas:


Impresiona especialmente la velocidad a la que se desplazan en el agua cuando se persiguen, más propia de un cetáceo que de un bicho de cuatro patas...
Dos anhingas, African darter, Anhinga rufa

Desayunando macarrones
Black-collared barbet, Lybius torquatus
Uno muy frecuente y llamativo: Greater Blue-eared starling, Lamprotornis chalybaeus
Aunque se parezca, este es de otra especie: cf. Burchell's starling, Lamprotornis australis (?)

Una golondrina de aquellos sures, Lesser striped swallow, Cecropis abyssinica

Seguimos por la pista norte de Moremi, larga y con bifurcaciones laberínticas...
Hay que reconocer que hay largos tramos bastante sosos y sin un sólo animal...
Pero cuando menos te lo esperas se sale a un oasis de vida salvaje...
...a veces agresiva
Nos acercamos a una charca del mapa con el prometedor nombre de 'hippo pool':
Uno de los pocos miradores del parque...
African jacana, Actophilornis africanus
Cocodrilo
Y en un cierto momento aparecen decenas de hipopotamos...


 Este mirador es el último lugar donde hacemos una parada dentro del Parque. Estamos muy cerca de la puerta norte, pero la ruta que sale por allí hacia el siguiente parque nacional, el Chobe, es complicada y larga. Nos interesa irnos a la puerta sur, por la que entramos, rumbo a Maun. Está a más de 30 km, y aunque se ve una pista recta en el mapa, nunca se sabe lo que se tarda. A todas estas son las cuatro de la tarde y a las seis se va el sol...conducimos a toda caña por las rectas y más despacio por las curvas, viendo pocos animales...

Curiosamente,a estas horas vemos más animales, incluyendo elefantes y jirafas, ya fuera de la puerta del parque, a la que llegamos justos pero a tiempo...


Despedida de Moremi

Aunque Dani era partidario de pernoctar en el camping camino de Maun (por aprovechar los cielos oscuros ... ), el grupo finalmente decidió llegar a la ciudad por adelantar algo de distancia y por comodidad. Después de algo de vuelta, acabamos encontrando un buen alojamiento con cena (aunque esta tardó una eternidad, parece que empezaron a prepararla de cero) Esto nos situa en la casilla de salida para la siguiente aventura: nos dirigimos hacia otro gran parque nacional, el Chobe. Pero como está lejos, la próxima entrada la dedicaremos al trayecto hasta allí y los acontecimientos que se desarrollaron...¡Permanezcan atentos al ciberespacio!
¡Buenas noches!(después de varios cambios de habitación...)




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