domingo, 5 de febrero de 2017

Cataratas Victoria, una incursión en Zimbabue


(En el capítulo anterior....

Estábamos en Nata, un cruce de carreteras en la remota Botswana*, aunque la carretera en sí es bastante principal...)

Después de un desayuno en el 'Barcelos', una cadena de fast-food de aquellas latitudes, enfilamos rumbo norte hacia Kasane, a unos 300 km...
La carretera es una recta de monotonía notable, sólo rota por el exotismo de las señales de tráfico...



A tramos regulares de unos 20 km, había otra señal con un avioncito que pronto descubrimos que no indicaba desvío a ningún aeropuerto...sino que la carretera en ese tramo también es una pista de aterrizaje...¡Cosas veredes, Sancho!   **




¿¿que se creían que el elefante era broma??

El título indica la decisión tomada que dejábamos en el aire en la entrada anterior...
Ni siquiera llegamos a Kasane para pasar por el principal puesto fronterizo. 100 km antes, aburridos de tanta recta, decidimos hacer pesquisas sobre otro paso que aparecía en nuestro mapa. Se trataba del paso de Pandamatenga. Al poco de pasar la población entramos a un camping. Un señor que pululaba por allí y que resultó ser australiano, nos informó de que él había cruzado por allí hacía años y que lo recordaba como transitable. Con la amabilidad característica de los australianos, el hombre se molestó en llamar a un amigo local para confirmarnos el estado de la ruta (el mapa no invitaba a imaginar una autopista...) La cosa pintaba bien siempre que hubiera alguien en la frontera para sellarnos los pasaportes, que igual no era el caso. Reculamos un poco para atrás para dirigirnos a la frontera. Al final si que hay gente en los dos puestos (pero hay que asegurarse). Nos sellan la salida de Botswana, la señora de la limpieza nos abre la valla, y entramos en Zimbabwe*, una vez pasadas las formalidades: 40 US$ de visado c/u, 45 US$ por el vehículo, 10 US$ como derecho de paso por el Parque Nacional que cruza la carretera y unas botellas de refresco como 'regalo' por la eficiencia mostrada...
Welcome to Zimbabwe !!

El paso de Pandamatenga no es la frontera de Andorra precisamente. El coche sin matrícula es el nuestro, que de momento entra en el nuevo país sin problemas...

Sorprendentemente el cambio de país lleva aparejado un inmediato cambio de paisaje, con vegetación más alta y colinas onduladas...

No ponemos fotos de jirafas, kudus y demás porque no quedaron muy allá (a diferencia de en los países vecinos, aquí los animalitos huyen de los coches...igual los cazan) y aparecerán más en próximas entradas...Lo que también nos llamó la atención algo más adelante, son las pequeñas aldeas con cabañitas de barro pintadas con motivos geométricos y de aire más rural que lo que habíamos visto hasta el momento. Zimbabwe promete...




...


No tenemos más fotos hasta la noche. Apenas un kilómetro después de incorporarnos a la carretera general asfaltada nos encontramos con un control policial. A los locales los dejan pasar rápido, pero a los guiris nos paran. Por supuesto, nos multan con 20$ por no llevar la placa de matrícula delantera, a los que añaden otros 20$ por no llevar los reflectantes traseros reglamentarios (de casualidad, los delanteros eran suficientes) El guardia no tiene el mínimo interés en saber que apenas hace una hora que hemos entrado en el país y que la compañía namibia que nos alquila el coche (y a la que habíamos pagado un suplemento por entrar a Botswana y Zimbabwe) no nos había advertido de las normas.
Despues de rezongar un poco, pagamos los 40 dólares, porque tampoco era cuestión de pasarnos el día. De todas formas, hablando con otros viajeros, da igual cumplir las normas: en general, en un exceso de celo profesional, te reviran el coche hasta que encuentran algo por lo que hacerte pagar el impuesto revolucionario...) 
Para futuros viajeros que lean esta entrada, y para que se lo pongan más dificil a las autoridades locales (es que nos dió mucha rabia), sepan que la norma es llevar:
- toda la documentación en regla, incluídos pagos fronterizos,
- reflectantes rojos traseros de mínimo 5x5 cm... y mejor pasarse, muchos coches llevan una franja roja de banda a banda,
- reflectantes delanteros blancos ( también mínimo 5x5),
- dos (no uno) triángulos de advertencia en el maletero,
- un extintor (nosotros no teníamos, pero no llegaron a rebuscar tanto)
- (plan B, nos dijeron) algún regalo para los policías para suavizar el celo profesional...
 ...y seguro que se nos queda algo.

Ya en la ciudad, pasamos la tarde haciendo gestiones. La primera es ir a la policía para protestar un poco más, pero sobre todo, a conseguir algún documento que nos librara de futuras multas por lo de la matrícula. La segunda resolver el peliagudo tema del alojamiento; 'booking' y páginas similares indicaban todo completo o a precio desorbitado. Preguntando en algunos 'hostels' de mochileros nos los encontramos llenos a pesar del desfase calidad-precio que pudimos observar. O lo poco libre no tenía el más mínimo encanto...a 40 dólares por cabeza....Quién nos solucionó el problema fueron los muchachos de la oficina de información / agencia de viajes que hay en la placita más céntrica de Victoria Falls, que nos llamaron a una Guest House y nos aseguraron un sitio a precio sorprendentemente asequible (con la consiguiente duda de dónde te vas a meter...) Se trató de la 'Greenfire Guest House' la cual nos costó bastante encontrar. Estaba situada en medio de una zona de casonas residenciales con poca señalización externa. Además, el garito debe ser relativamente nuevo y escondido, o normalmente trabajar con tours, porque nadie nos supo decir dónde quedaba. Llegamos ya oscuro, pero el lugar y el dueño resulataron ser encantadores...amplias habitaciones de techos altísimos y con mosquiteras que le dan un aire safari total, piscina, jardines con bar/lounge desde donde se podía oir el rumor de las cataratas, un sitio bastante idílico; vaya, que de cutre nada... Se ve que hubo un malentendido con los precios, que nosotros entendimos por habitación y parece que eran por persona, pero el amable dueño, achacando el error a los chicos de la agencia ('siempre me están liando...') nos acabó cobrando lo que traíamos en mente, bien porque le dimos pena, bien porque tampoco iba a encontrar más gente para llenar las habitaciones, nunca se sabe cuando uno llega a estas horas.( No tenemos las cuentas exactas a mano, pero al final la cosa quedó en 50 US$ por habiatación y noche, muy asequible para lo que habíamos visto...ya saben, cuando viajen, lleguen tarde y pongan cara de pena, que a veces funciona...) 

La supermosquitera...
Instalados en nuestro fantástico lodge, toca ir a cenar. De los locales que hay en la zona céntrica de Victoria Falls, acabámos eligiendo el 'Lola's tapas' (habíamos intentado primero una recomendación de nuestro casero, pero estaba a rebosar...) No tenemos costumbre de ir a restaurantes 'españoles' cuando viajamos, pero de toda la contornada nos pareció el lugar con una carta más interesante. Obviamente no probamos el pincho de tortilla, papas bravas o similares, sino el menú carnívoro que incluye taquitos de cocodrilo, albóndigas de cebra o costillas de jirafa...
De aperitivo gusanitos, pero de verdad...
Primer plano, cocodrilo con mermelada de mango, detrás las costillas y al fondo las albóndigas...

Zambezi, la cerveza local, junto a unas riquísimas costillas de jirafa...
El lugar no es sólo un acierto por la comida. Los dueños son una pareja española. Josep Lluís, al sabernos catalanoparlantes (la lengua oficial del grupo fue el catalán) estuvo un buen rato de charla con nosotros, contándonos cómo llegaron a este lugar del mundo, cosas del país y proyectos, y dándonos excelentes consejos para nuestra estancia en el lugar. Nos despedimos de nuestro anfitrión con un brindis de 'amarula', un licor hecho de un fruto capaz de tumbar a un elefante...

Mañana siguiente: día de expectación, hoy toca visitar una de las grandes maravillas del planeta; pero siguiendo los consejos de Josep Lluís, nos lo tomamos con calma.
Primero toca un copioso desayuno en nuestro lodge: 
Ready for breakfast
Luego nos vamos a curiosear, y comprar, al 'Old Market' de Victoria Falls.


Comprando pescaditos de río...
y gusanitos del Mopane
Esta orgullosa mamá se partía de risa viéndose en las fotos...
Eligiendo un mantel para el salón, a 2 $
En las tiendas de turistas cuestan como 5 veces más...y no es ni la mitad de divertido ir a comprar en ellas.
Por cierto, la moneda de Zimbabwe, ya lo habrán notado, es el dólar americano, después de que una inflación desbocada hiciera desaparecer la moneda local. Para valores menores de un dólar se utilizan unas monedas de mentirijilla harto difíciles de conseguir, porque a los extranjeros nos redondean todo a dólares enteros...
Con perseverancia, y gracias al dueño del lodge, Mark y Dani consiguieron sus colecciones...
Luego, nos vamos a una terracita famosa a echarnos un fresquito con vistas a las gargantas del Zambeze, aguas abajo de las cataratas...
Justo en esta zona, las aguas del Zambeze se precipitan por las fisuras que un sistema de fallas ha producido en un antiquísima y basta llanura de basaltos horizontales. Presumiblemente, las dos paredes que están en sombra fueron alguna vez cataratas, antes de que el río excavara en otra fisura aguas arriba...Técnica de antiguo guía (Dani): se aprende mucho leyendo los paneles del mirador.
El Zambeze. El puente cruza de Zimababwe a la vecina Zambia...debatimos pasar la frontera.
Las cataratas están la siguiente garganta aguas arriba
Y ahora sí, a las cataratas Victoria, una de las grandes maravillas naturales del planeta: De la entrada a las primeras vistas es un paseo corto. Y la primera asomada es espectacular:

Es pasado el mediodía, hora a la que empiezan los mejores efectos del arcoiris en las gotas que flotan en el aire...

Doctor Livingstone, supongo...Monumento al descubridor europeo de la cataratas
Toca hacerse fotos
El sendero que lleva a las primeras vistas y al monumento a Livingstone continua hacia las relativamente calmadas aguas del Zambeze antes de precipitarse en forma de catarata:




African pied wagtail, Motacilla aguimp, una alpispa africana

Pero por aquí el sendero termina pronto; regresamos a las cataratas. Estas caen por toda la pared de cerca de un kilómetro de longitud y 100 metros de altura de una garganta perpendicular al curso general del río. La garganta está encajada en el terreno más facilmente erosionable de una antigua falla (fractura). A escala geológica, como ésta garganta es sólo una de las muchas fallas paralelas de este enclave, el río ha ido cayendo por distintas paredes a lo largo de los milenios ; cuando el agua comienza a excavar en una nueva fisura, deja de caer por la pared anterior, abriendo un nuevo surco y poco a poco formando una nueva catarata (véase foto más arriba y algunas más adelante)

En algunos miles de años, el agua debería excavar por aquí una nueva garganta dejando seca la actual pared...

Los miradores están situados a lo largo de la pared de la garganta por la que no cae agua, con magníficas vistas y un continuo spray de gotitas que refreca el ambiente y riega la abundante vegetación de la contornada:


El Zambeze tiente distintos caudales de agua según la época del año. Según leímos, los meses más lluviosos cae tanta agua que se forma una niebla permanente que prácticamente no deja ver nada. En momentos de caudal bajo llega a perder bastante espectacularidad. Nosotros estamos justo en el punto medio: buen caudal y buena visibilidad.

Si cayese más agua por el precipicio de más de 100 m las gotas taparían la vista...

El fondo está en una niebla permanente


Algunas asomadas son sin valla, de vértigo

fotos de grupo al borde del abismo




Black-collared barbet, Lybius torquatus. Ya salió en la entrada del Okavango, pero es que ésta quedó muy bien...


El sendero acaba en un último espigón que asoma a la curva por donde el Zambeze continúa su curso. En frente, al otro lado del río, se ven el sendero y los miradores del lado de Zambia. Ir allí supone cruzar la frontera por el cercano puente (pero fuera del parque)  y pasar todas formalidades, incluyendo pago de visados...si sales de Zimbabwe y quieres volver, pagas otra vez, o eso entendimos.
Espigón atravesado ¡ah, no, eso era en La Palma!

Si amplian la foto podrán ver a los turistas en los miradores de Zambia...
La frontera está tentadoramente cerca...

Después de un buen rato asomados al último espigón, comenzamos a retroceder. El sendero en total no debe ser mucho más de un kilómetro, así que uno puede entretenerse largo rato en todos los miradores, tanto a la ida cómo a la vuelta. Las fotos que ponemos en este blog son una selección super resumida...

En algun lugar por allí enfrente está la famosa piscina que asoma al precipicio...pero eso es Zambia





Empapandonos en las gotas vespertinas



Una última asomada a la parte alta del Zambeze antes de salir del recinto del Parque de las cataratas.
Aunque las limícolas son un grupo difícil, me arriesgo a decir que es Common Greenshank, Tringa nebularia, (un 'archibebe claro' en nuestras latitudes e idioma)

¡Adiós cataratas! Nos veremos mañana desde otra perspectiva...



Nos habían recomendado no quedarnos en el parque, dónde además te echan, sino irnos unos cinco km río arriba a ver un 'Atardecer en el Zambeze' con mayúsculas...



Grupo de African Sacred Ibis, Threskiornis aethiopicus, sobrevolando el cielo africano

Y como en estas tierras atardece pronto ( a eso de las 6 de la tarde, horario inglés ) y rápido (por eso de estar en el trópico, latitud 17º 50' aproximadamente, Sur) llegamos con notable hambre al 'Mama Africa', un restaurante muy recomendable de especialidades africanas que el día anterior estaba a rebosar, pero en el que esta noche hay sitio:
Ayer debió ser día de grupos...

Nuevo día de aventuras...
Salíamos de España con la idea de que los viajes organizados a estas regiones de nuestro mundo salen salados de precio (llegamos a ver cosas como 5000 € por persona por tres semanas) y nuestro ritmo estimado de gasto está holgadísimamente por debajo de ese disparatado umbral; eso nos dió margen para apuntarnos a cosas que normalmente no hacemos en los viajes largos...ya vieron lo de la avioneta sobre el Okavango... ¡Ahora nos subimos a un helicóptero para ver las cataratas!¡els diners i els collons sòn per a les ocasions! -perdón-

alzando vuelo...


Después de un trozo de árida sabana, nos aproximamos al tajo de las Cataratas Victoria...
Llegando a la cataratas. Al fondo las actuales, delante, las paredes que en su día fueron cataratas y ahora son la garganta por donde serpentea el Zambeze


Zambeze abajo

Zambeze arriba...
y más arriba...
El helicóptero hace varios ochos encima de las cataratas, de forma que todos tenemos oportunidad de verlas a placer ¡espectacular!
Vista global de las cataratas
Con ciertos ángulos, todo el surco es un arcoiris:



Aquí se ve muy bien como serpentea el río. Al fondo la población de Victoria Falls
 El vuelo dura cosa de un cuarto de hora, pero es una experiencia altamente recomendable. Todos los miembros del grupo coincidimos en que puestos a elegir, entre el Okavango y las Cataratas, nos quedamos con estas últimas...(pero mejor no ponerse a elegir, y hacer los dos vuelos...)**

De vuelta al suelo, sólo nos quedan unas pocas gestiones en Zimbabwe:
Recoger nuestros equipajes, y las monedillas de colección, en el bonito Grenfire lodge...la piscina está fría, y algo verde, en esta época del año, así que no nos bañamos.
Dani, ademàs, conseguir la foto de un Drongo. Son unos pájaros muy abundantes, pero nunca están a tiro cuando uno los busca; Fork tailed drongo, Dicrurus adsimilis





Acercarnos al centro a pegar los adhesivos reflectantes reglamentarios, que hoy hay ruta...¡Ah, y comprar una botella de amarula!

En Victoria Falls te pueden atrapar una semana si te emocionas y te apuntas a todo lo que te ofrecen: además del helicóptero, nos habíamos llegado a plantear un ráfting de día completo aguas abajo del Zambeze que finalmente descartamos. También hay tirolina sobre las gargantas, vuelo en avioneta, y hasta en ala delta...Y todo esto sin contar el salto a la vecina Zambia. Para llegar a nuestro siguiente destino, el Xobe, caben dos rutas: una es cruzar a Zambia por el puente junto a las cataratas y de allí ir en paralelo al Zambeze para cruzar en barcaza el paso fronterizo a Kasane. Esta opción era atractiva porque añadía un nuevo país a los sellitos del pasaporte, hubiéramos visitado la otra banda de las cataratas (con vista más lateral y menos recorrido) y porque nos hubiésemos planteado al menos un día en Livingstone, una localidad más clásica que Victoria Falls para esta zona africana...Pero en contrapartida esta opción suponía cruzar dos pasos fronterizos sin placa de matrícula delantera, los consiguientes pagos de visados, y entretenernos muchos días en una zona que nos habíamos planteado desde el principio como un 'extra' del viaje...Así que Zambia queda para otra ocasión y nos despedimos de las Cataratas Victoria por la segunda opción, que es el camino recto a Kasane por territorio zimbabwense...
Carretera recta a Botswana.
Por resumir, que la entrada se ha hecho larga***, sólo comentar que nos interrumpen, en los algo menos de 100 km de ruta, un elefante en la espesura, un control policial 10 km antes de la frontera (donde nuestro papel de la policía y nuestras flamantes pegatinas reflectantes nos salvan de pagar nuevas multas) y las gestiones para salir del país y entrar de nuevo a Botswana...

Nuestro siguiente destino, un nuevo parque nacional emblemático del África meridional, el  Chobe, Botswana
¡Permanezcan atentos!


 NOTAS


*Según la RAE, lo correcto sería escribir Botsuana y Zimbabue en español, pero después de más de un mes por allá nos parece más familiar la forma inglesa Botswana y Zimbabwe...
En català pareix que s'accepta Botswana i Zimbabwe (encara que també he vist 'Zimbàbue')així que tenim excusa...

**Nos lo han preguntado, así que dejamos constancia. Entre Iguazú y Victoria, ¿cuáles son más espectaculares? Es una cuestión muy personal, que creemos que depende más de cuáles ves primero que de las dimensiones reales. Nosotros vimos Iguazú hace más de 10 años, cuando habíamos visto mucho menos del planeta, y nos impresionaron muchísimo, bastante más que las Victoria. Pero aun habiendo visto mundo, las Victoria también asombran, y si pasan cerca, son imprescindibles...En el parque hay paneles que las comparan. En números, las de Iguazú son bastante más largas, y así lo recordamos, las del Niágara (que nosotros no hemos visto, pero Marc sí), son más caudalosas, y las Victoria, más altas...Vayan a las que les cuadre y disfruten la experiencia, cada una es única.
Unos algo más jovencitos MariányDani en la Garganta del Diablo, Iguazú. 2004...

Iguazú, diciembre de 2004. Alguna vez deberíamos hacer unas entradas de nuestros primeros viajes...

***Por accidente la semana pasada se borró (bueno, la borré yo, Dani, en un despiste) una versión previa de esta entrada que ya andaba bastante avanzada...en esas circunstancias, dan ganas de lanzar el ordenador por la ventana...¡¡!!